martes, 7 de diciembre de 2010

El fin de un ciclo...





Hace algunos días completé el ritual que ponía fin a un ciclo. Miles de hojas que durante mi periodo universitario fueron pesando en mi espalda y que el último año de preparación para mi examen de grado, casi lograron tumbarme al suelo, caerían a la hoguera, al fin sin rencores ni olvido, pero con la superación de una puerta que se cierra. No se trata de ganar siempre, a veces son cumplir con objetivos trazados, y sacar mi carrera de derecho adelante, era una de ellas...costara lo que costara...

Tomé todas las leyes, encendí la fogata y a medida que esta crecía, eché al fuego en medio de la noche, todos esos códigos, llenos de ciegos deberes. Eddie Vedder cantó "conozco las leyes, pero ellas no me conocen ami"...Claro que no...Se resistían a desaparecer, ardían como aquel recuerdo que no quiere ser olvidado. Hasta que las últimas letras se desfiguraron bajo la negrura y sus brazos naranjos.

Esta era la forma para empezar a construir destruyendo. Después de viajar por Perú, Chile, Bolivia, Argentina otra vez más, son nuevos aires (Buenos aires), que inflaman los pulmones de suaves suspiros, y al corazón de arduos latidos. No soporté mucho tiempo antes de que con mi hermano partiéramos otra vez y en medio de mi estudio rumbo a Bolivia y Brasil a empaparnos del pantanal y su fauna, del pantanal y sus secretos, del panatanal y su magia.

Poco a poco se encuentra la tranquilidad en el movimiento, el silencio en las imágenes, y yo, yo voy encontrando respuestas que me dejan mas dudas...El mapa se convierte en el laberinto de Bobbio...nunca llegamos al final, solo descartamos caminos...


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