miércoles, 11 de mayo de 2011

Inglaterra...como en casa



Lo que en un principio no partió muy bien, fue tomando color día tras día.

Las primeras jornadas en inglaterra, mas allá de deambular por Londres y Norwich, lo que en realidad hacía mi cuerpo era quejarse con fuertes dolores de estómago y una fiebre que subía al mismo nivel que la preocupación...Yo trataba de poner cara de foto y disimular lo mal que me sentía para evitar que la Fran se preocupara (al mejor estilo "teatro Scheuch"), pero los casi 40° de fiebre, con las mochilas en la espalda, buscando hostales donde quedarnos, no ayudaron mucho a disminuir las sensaciones...

Osea entre mis primeras visitas a monumentos y atracciones, estuvo la de un no muy atractivo hospital universitario. Horas tuve que esperar para que me dieran paracetamol (que ya me había tomado como 100) y otra mas para que me pusieran suero y me dijeran que era un virus; "puedes irte tranquilo a tu "casa" y reposar por unos días"...Como no me salía tan barato irme para allá, decidí cuidarme del virus al modo casero, y partir rumbo a nuestro siguiente trabajo...

Desde ese mismo día las cosas empezaron a cambiar. Steve, un tipo de los de antaño, con el honor y la justicia por sobre cualquier principio, nos recibió en su casa y nos enseñó cada minuto que trabajamos con él. Nos compartió su mesa, sus comidas, conocimientos de campo y conversaciones que quedarán en la memoria...Nos jugamos cientos de match de pin-pon y nos metimos con armadura a abrir panales de abeja buscando reinas.

Fueron dos semanas extraordinarias que se aprovecharon al máximo.

Después vino una segunda oprtunidad para Londres y esta vez no desentonó. Al parecer el excelente clima podía hacer maravillas en un país del que se suele decir que es frío. Toda la gente tomando sol en las plazas llenas de flores.

Recorrimos cada rinconcito que encontramos. Vimos la casa donde vivió la mamá de la Fran y sentimos su historia. La imaginamos corriendo para alcanzar el bus o los olores que sintió, que probablemente eran los mismos que hoy refrescaban nuestro olfato.

La segunda experiencia en un campo inglés, esta vez al oeste del país nos empapó de la vida familiar de nuestros anfitriones. Trabajamos duro en la huerta, cosechando espárragos y construyendo cosas con madera, pero como pago, teníamos una cabañita en medio del bosque, comidas hechas con tanto cariño y por Juliette, que nada tenía que envidiarle a cualquier chef reputado de algun lugar del mundo.

Otra vez nos fuimos de ahi sintiendo que abandonabamos un lugar que ya era un poco de nosotros. Que todos esos alimentos y árboles que plantamos en inglaterra, crecerían como evidencia de nuestro paso...

Las despedidas siempre son lo peor de emprender nuevas aventuras. Y la de Juliette fue especialmente emotiva.

Sin ningun deber, nos invitó a ver el espectáculo de la naturaleza lleno de "blue bells", unas hermosas flores que repletan los bosques, recostando una alfombra azul a los pies de los árboles. Compartimos deliciosos picnic con ella y sus hijos. Sus relatos de su año viajando por sudamerica, o el ciervo, cordero o brownie que me hace agua la boca al recordar...

Como suele hacerse en las películas, nos acompañó al tren, nos dio un enorme abrazo y cual hijos que se van de su hogar, nos sacudía la mano con su rostro lleno de sentimientos, hasta que desaparecimos en el horizonte...nosotros nos ibamos tras él.

Última parada en Londres y de hotel el aeropuerto...Nos llevamos de Inglaterra mas que sus bodas reales e inmensos monumentos...nuevas familias, nuevos amigos y una etapa mas que pasa llena de aprendizaje.

Hoy desde Italia escribo ese mes que pasamos en Inglaterra, y con dos meses de viaje póximos a cumplirse, siento mucha felicidad de la decisión que tomamos con la Fran de salir a viajar.

Me parece que cualquier persona que termina de estudiar una carrera sin pasión, le viene bien una sobredosis de emociones fuertes, que remecen principios y renuevan ánimos. Tuve que pasar por las aulas de derecho, para darme cuenta cuales son las leyes que ami me mueven. No es acuchillandome el cuello con la corbata como quiero vivir, ni endiosando seres serios y faltos de sabor...es mi camino el que me va mostrando cual es la mejor meta.

Good night England,...buongiorno Italia...