viernes, 10 de junio de 2011

Y se nos va Europa...




¿Sabrán las personas con las que hemos compartido, lo receptivos que la Fran y yo estamos? ¿Sabrán la importancia que tiene para nosotros el compartir con ellos? Al vernos caminar por las calles de los distintos paises ¿Se imaginará la gente que dejamos todo para salir a viajar por el mundo?¿Entenderán la relevancia de esta travesía para nuestras vidas? ¿Sabrá Nayla cuanto tocó el corazón de la Fran con sus palabras? ¿Se imaginará Andrea la felicidad que me producía acompañarlo a trabajar y aprender de las abejas? ¿Sabrá el mundo que el día a día es para nosotros el sueño que nos atrevimos a perseguir?...

Ya se fueron 3 meses desde que dejamos nuestras casas en Chile. La locura que un día cualquiera se nos metió por la cabeza, se ha ido dibujando en el suelo y el camino ha sido nuestra surrealista aventura cotidiana. No ha habido un solo momento de arrepentimiento y cada jornada ha sido la "chispa adecuada" para dar vida a mas y mas proyectos y sueños. Hemos visto a gente que como nosotros se lanzaron a proyectos locos, y los alcanzaron con convicción pese a las palabras pesimistas de aquellos que intentaron persuadirlos para perseguir una ilusa seguridad. Todos escucharon los consejos para sentar cabeza (y por suerte niuno de ellos los tomó enserio). Aprendí que la fidelidad a tu ética, a tu método, a tu ideología, tiene mucho mas valor que la volátil satisfacción del éxito y el dinero, y que el poder de un argumento radica en alguien que esté dispuesto a defenderlo con convicción y rebeldía.

Por otro lado, puedo afirmar empíricamente que es posible viajar por Europa con un presupuesto de 20 usd diarios sin dejar de hacer nada y por el mismo motivo, haciendo mucho mas. Que en 90 días viajando, uno se da cuenta que los monumentos empiezan a aburrir, y eso te lleva a traspasar la primera capa y a empaparte de la gente, la comida, los olores, la profundidad. Que hay lugares de los que uno se enamora sin que sea su relevancia o belleza el motivo (feeling puro). Que habiendo nacido muy lejos, eres capaz de mimetizarte en su paisaje por que calza a tu piel.

Desde la última entrada que dejé en este blog han pasado muchas cosas. Viajamos por la isla de Sicilia, nos empapamos del hedor y personalidad de Napoli (y sus pizzas obvio), nos perdimos por las calles de roma y nos trasladamos al pasado en ella. Trabajamos en un paraíso en la Toscana, brindamos en el bar de Donini y después nos movimos como locos por Viena, Budapest y Praga...Vivimos experiencias que quedarán clavadas en la piel. Nos movimos en trenes, barcos, micros, metros y caminamos, caminamos, caminamos. Hicimos nuevos amigos, embotellamos vino, nos bañamos en playas paradisiacas, lloramos de la risa, comimos de tooodo, hablamos inglés, alemán y castellano. Nos comunicamos en italiano y balbuceamos unas dos o tres palabras en idiomas incomprensibles. Aprendimos nuevas recetas de platos típicos, plantamos árboles, cocinamos pizza en un horno a leña gigante, nos sacamos fotos para salir en la publicidad de la opera de Frankfurt. Conocimos escritores, fotógrafos, compositores, campesinos, viajeros y empresarios. Lo pasamos la "raja"...también nos cansamos aveces, tuvimos una que otra discusión y nos perdimos mas de una vez intentando decifrar una señal en húngaro. Dormimos pésimo en mas oportunidades que los dedos de una mano y fallaron nuestros planes cientos de veces...3 meses que vivimos al máximo.

Ya estamos a 2 días de partir a Asia y solo puedo intentar transmitir la experiencia bellísima que hemos tenido y lo feliz que estamos con la Fran de habernos lanzado a viajar pese a los infinitos miedos que suelen paralizarnos aveces...

Y mientras tanto, que siga la ruta...

miércoles, 11 de mayo de 2011

Inglaterra...como en casa



Lo que en un principio no partió muy bien, fue tomando color día tras día.

Las primeras jornadas en inglaterra, mas allá de deambular por Londres y Norwich, lo que en realidad hacía mi cuerpo era quejarse con fuertes dolores de estómago y una fiebre que subía al mismo nivel que la preocupación...Yo trataba de poner cara de foto y disimular lo mal que me sentía para evitar que la Fran se preocupara (al mejor estilo "teatro Scheuch"), pero los casi 40° de fiebre, con las mochilas en la espalda, buscando hostales donde quedarnos, no ayudaron mucho a disminuir las sensaciones...

Osea entre mis primeras visitas a monumentos y atracciones, estuvo la de un no muy atractivo hospital universitario. Horas tuve que esperar para que me dieran paracetamol (que ya me había tomado como 100) y otra mas para que me pusieran suero y me dijeran que era un virus; "puedes irte tranquilo a tu "casa" y reposar por unos días"...Como no me salía tan barato irme para allá, decidí cuidarme del virus al modo casero, y partir rumbo a nuestro siguiente trabajo...

Desde ese mismo día las cosas empezaron a cambiar. Steve, un tipo de los de antaño, con el honor y la justicia por sobre cualquier principio, nos recibió en su casa y nos enseñó cada minuto que trabajamos con él. Nos compartió su mesa, sus comidas, conocimientos de campo y conversaciones que quedarán en la memoria...Nos jugamos cientos de match de pin-pon y nos metimos con armadura a abrir panales de abeja buscando reinas.

Fueron dos semanas extraordinarias que se aprovecharon al máximo.

Después vino una segunda oprtunidad para Londres y esta vez no desentonó. Al parecer el excelente clima podía hacer maravillas en un país del que se suele decir que es frío. Toda la gente tomando sol en las plazas llenas de flores.

Recorrimos cada rinconcito que encontramos. Vimos la casa donde vivió la mamá de la Fran y sentimos su historia. La imaginamos corriendo para alcanzar el bus o los olores que sintió, que probablemente eran los mismos que hoy refrescaban nuestro olfato.

La segunda experiencia en un campo inglés, esta vez al oeste del país nos empapó de la vida familiar de nuestros anfitriones. Trabajamos duro en la huerta, cosechando espárragos y construyendo cosas con madera, pero como pago, teníamos una cabañita en medio del bosque, comidas hechas con tanto cariño y por Juliette, que nada tenía que envidiarle a cualquier chef reputado de algun lugar del mundo.

Otra vez nos fuimos de ahi sintiendo que abandonabamos un lugar que ya era un poco de nosotros. Que todos esos alimentos y árboles que plantamos en inglaterra, crecerían como evidencia de nuestro paso...

Las despedidas siempre son lo peor de emprender nuevas aventuras. Y la de Juliette fue especialmente emotiva.

Sin ningun deber, nos invitó a ver el espectáculo de la naturaleza lleno de "blue bells", unas hermosas flores que repletan los bosques, recostando una alfombra azul a los pies de los árboles. Compartimos deliciosos picnic con ella y sus hijos. Sus relatos de su año viajando por sudamerica, o el ciervo, cordero o brownie que me hace agua la boca al recordar...

Como suele hacerse en las películas, nos acompañó al tren, nos dio un enorme abrazo y cual hijos que se van de su hogar, nos sacudía la mano con su rostro lleno de sentimientos, hasta que desaparecimos en el horizonte...nosotros nos ibamos tras él.

Última parada en Londres y de hotel el aeropuerto...Nos llevamos de Inglaterra mas que sus bodas reales e inmensos monumentos...nuevas familias, nuevos amigos y una etapa mas que pasa llena de aprendizaje.

Hoy desde Italia escribo ese mes que pasamos en Inglaterra, y con dos meses de viaje póximos a cumplirse, siento mucha felicidad de la decisión que tomamos con la Fran de salir a viajar.

Me parece que cualquier persona que termina de estudiar una carrera sin pasión, le viene bien una sobredosis de emociones fuertes, que remecen principios y renuevan ánimos. Tuve que pasar por las aulas de derecho, para darme cuenta cuales son las leyes que ami me mueven. No es acuchillandome el cuello con la corbata como quiero vivir, ni endiosando seres serios y faltos de sabor...es mi camino el que me va mostrando cual es la mejor meta.

Good night England,...buongiorno Italia...

lunes, 11 de abril de 2011

España en la memoria



(uno de los ricos pancitos para el desayuno que hacian entre la Fran y la Camille)

Cuando pensé la idea del blog, tenía claro que su finalidad era transmitir las vivencias de manera rápida y fluida. Primer fallo de cálculo.

Además de eso, creí que lo que escribiera, iba a serle útil a todo aquel que se animara a recorrer los mismos lugares por los que nosotros hemos pasado. Segundo fallo de cálculo.

La verdad es que no funcionó ni lo uno ni lo otro, simple y curiosamente, porque no tengo tiempo. Es una gran paradoja, pero el estar moviéndose constantemente, te da pocos días muertos en que uno pueda dedicarse a escribir en el blog (a diferencia de mi cuaderno de viaje, que lo tengo más rayado que dibujo de la Nachita, por poder usarlo en buses, estaciones, aeropuertos, etc.).

Por lo mismo, tomé la decisión de utilizar este espacio, ya no para contar como se va de un lugar a otro, sino que, para expresar las sensaciones de viajar sin tener cercana la fecha de regreso. El ser un nómade, conocer personas nuevas todos los días y nunca estar quieto. (jajaja que desvergonzado, nunca di ni un dato en realidad, y siempre lo hice de la forma en que ahora lo describo).

La cosa es que España se acabó (al menos por ahora) y ya que esos 22 días terminaron, se puede hacer un recuento de lo que ese país nos dejó, le dejamos y extrañaremos.

Hay una cita de Pere Casaldáliga que transcribo; “Al final del camino me preguntarán: - ¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré mi corazón lleno de nombres.”

Creo que detrás de estas palabras, se refleja de la mejor forma, lo que significa, al menos para nosotros, un viaje.

Ya España no es un país de la península ibérica, o un miembro de la unión Europea. Hoy España es; la pasión con la que Isabel amaba a su país, las miles de piedras armadas por diferentes civilizaciones que hoy se conservan o se perdieron en los diferentes rincones de su territorio. Es los campos de trigo y avena que inundaban las laderas en Andalucía. Es el conocimiento y amor por la naturaleza que nos transmitieron Rafa y José. El multicultural país que nos permitió hacernos amigos de una belga con el alma diáfana y abierta. Es todas esas personas anónimas que nos ayudaron a encontrar una dirección, nos saludaron, se rieron con nosotros o se burlaron de algún chilenismo que se nos escapó por la confianza. España es aceite de oliva y pan con tomate. Es la dedicación y significancia con la que Fernando cocinaba una paella, o la sonrisa fácil y la entrega desinteresada de Lourdes. España es música en cada esquina y es también esa gallina que aleteaba mientras yo la tenía de las patas.

Por otro lado, fue un gran aprendizaje para nosotros mismos. Enfrentarnos a situaciones tan variadas, hacer con fuerza eso que teníamos miedo y hasta reírnos de lo que antes nos hubiera avergonzado.

Aún es muy poco tiempo el que llevamos en esta travesía (1 mes), pero viajando, ese tiempo equivale a varios años en nuestras rutinas de antaño.

Por otro lado, no solo estamos disfrutando en el día a día lo que va ocurriendo (que es hoy lo mas nos revoluciona), sino que estamos construyendo un castillo, piedra a piedra, para que un día de viejos, veamos con honor todas esas cosas que nos atrevimos a hacer. Estamos dentro del sueño.

He descubierto también que Madrid y Barcelona son extremadamente diferentes, pero inmensamente hermosas. Que no viviría en ninguna de ellas, pero se lo recomendaría a todos. Que Sevilla se unió a mis ciudades favoritas del mundo (que fuera de Chile, aun ni llenaban el podio con Baires y Bremen). Que Granada y Toledo son dos joyas de la historia y que solo pasear por Andalucía, te puede hacer alucinar con lugares como Ronda, Zahara de la Sierra o esas montañas rasguñadas por el tiempo, que me ayudaron a darme cuenta que no solo se trata de ciudades y monumentos.

Ya llevamos una semana en Inglaterra, y desde acá España se ve colorida y calurosa. Y sin duda dejó huella. Mientras tanto, nosotros seguimos rodando por un buen tiempo.


(un significativo lugar donde estuvieron antes de partir en sus travesías Colon, Magallanes y Elcano, quien también estuvo al volver de la primera vuelta al mundo)

martes, 22 de marzo de 2011

La primera semana en España







Ya se cumple una semana desde que partimos de Chile. Recién estamos comenzando, pero ya en estos días nos hemos empapado de infinitas experiencias, conocido hermosas personas y aprendido sin parar.

Ahora ya nos encontramos instalados en un campo en Andalucía. Se está muy bien acá. La naturaleza es hermosa y estamos muy bien acompañados. Además de la Fran y yo, esta Camille, que es una belga muy entretenida y simpática. Rafael, que es el dueño del fundo y José, que trabaja con él y es la persona más andaluz que uno pudiera imaginar. Ropa, forma de hablar, costumbres, etc. Si hasta canta flamenco…

Los días que estuvimos antes de llegar acá, la verdad es que nos movimos todo el tiempo. Al regreso a España conoceremos Madrid en mayor profundidad, por lo que ahora hicimos un barniz, caminando muuuuchas horas. Estuvimos en Toledo y Granada. La primera, de una arquitectura impresionante, mezcla de culturas y eso ha quedado reflejada en el lugar; iglesias, sinagogas y mezquitas. La segunda, Granada, es la ciudad más musical en la que he estado. En cada esquina hay desde vagabundos dotados de la guitarra, hasta amigos que con tambores hacen música en las plazas. Un día, mientras observábamos el Alhambra desde un mirador, se instalaron dos gitanos con unas mujeres, y empezaron con sus cantos desgarradores a cantar y tocar flamenco, mientras ellas, rompían el suelo a zapatazos “bailaores”. Esas son las típicas epifanías viajeras; música en vivo, puesta de sol sobre la ciudad anaranjandolo todo y un alhambra bellísimo al otro lado de la colina.

Hasta ahora, todo ha ido increíble, vamos cumpliendo con nuestro presupuesto, incluso más bajo de lo que habíamos pensado y sin limitarnos, mas que en pequeños detalles (no taxis y si micros por ejemplo), (no museos pagados y si museos gratis). Si hasta hemos comido paella, tomado vino, probado jamón serrano y queso de oveja, etc. No nos podemos quejar de nada. Estamos muy felices viviendo esta experiencia y aprovechandola con buena actitud en cada momento.

En Madrid nos quedamos donde Isabel, una persona excepcional. Profesora de inglés que goza compartiendo conversaciones y rica comida. Hasta vimos juntos una película del camino de Santiago de Compostela para empezar a inspirarnos. Fue nuestra primera experiencia en couchsurfing alojando y fue una maravilla en todo sentido.

Ahora en este campo, nos quedan unos 10 días. Lo seguiremos disfrutando y haciendo paseos por los alrededores. Por acá cerca, está lleno de esos famosos pueblos blancos en las colinas, y estamos muy cerca de la costa del sol, con hermosas playas. Para que decir Sevilla, que seguro la recorreremos y los cercanos parques de montañas y sierras.

Aún queda mucho por vivir y disfrutar, así que seguiremos en contacto…
“Un zaludo…”



martes, 15 de marzo de 2011

Un agradable intento fallido...

Después de hermosas despedidas familiares y con amigos, de arreglar los últimos detalles y de armar el cuerpo y la actitud para el viaje, hoy 15 de Marzo si que damos inicio a nuestro viaje.

Lo que parecía lejano, ya está aqui; nos vamos. Ayer nuestro sobrevendido vuelo a Europa, nos dio la posibilidad de retrasar el inicio de nuestra travesía en un día y beneficiarnos de la compensación que nos ofreció la aerolínea a cambio. A saber; un vuelo directo a Madrid en vez del que teníamos nosotros con 2 escalas, un voucher para canjear pasajes con Lan, y ricas comidas del gatsby...Ya está, un día más para aprovechar a los seres queridos, meter o sacar de la mochila eso que nos pareció a último minuto, y para darle un poco mas de fuerza a las ganas de partir la aventura...

Muchas gracias a todos los que nos dieron su apoyo, cariño, palabra de aliento, que se riéron con nosotros y compartieron nuestros planes como si fueran ellos mismos los que disfrutarían de este viaje.

Intentarémos con la Fran ir manteniéndolos al tanto de nuestros paraderos. También de las personas que vayamos conociendo y de las hermosas (y no tan hermosas también) experiencias que nos toque vivir...

Un abrazo grande...

jueves, 17 de febrero de 2011

No, no hay nada como eso...



No hay nada como una hermosa noche de luna llena. No hay nada como una buena película. No hay nada como un buen pensamiento, un gran sueño. No hay nada como poner el mapa en el suelo y caminarlo. No hay como recordar historias de niñez. Como llegar juntos a una meta con Migue o Covarruca.

No hay como volver a escuchar los cuentos de la nona Luz. No hay nada como sentir el aroma del campo (teniendo al Papi de la mano y a la Mami haciéndonos galletas o papitas con eneldo). No hay como un grito en la cumbre del provincia. No hay nada como abrazar a la a la Vale que es fuerza, que es juventud, que es ojos de agua, que es mi enanita. No hay nada como Buenos Aires.

No hay nada como ir con la Tati tras el pozo, cuidándonos, sabiendo que el resto de nuestra vida siempre iremos juntos tras ese pozo, siempre protegiéndonos aun que no lo alcancemos jamás. No hay nada como ver las manos de la Nachita que quieren aprehender el aire. Como respirar un amanecer de rocío. No hay nada como la humildad. No hay nada como abrir las puertas a la Cami y a Alberto. Nada como ser feliz.

No hay nada en el mundo como volar estando bajo el agua. No hay nada como ver a alguien sonreír (aun mejor si es reír). No hay nada como tener a la Fran entre mis brazos y sentir que nada le puede hacer daño si yo la cuido. No hay nada como perseguir animales en el pantanal, escribir anécdotas sobre la arcilla o discutir sin nunca ganar con el Enano, como nos inunda y ahoga compartirnos y compartir nuestras pasiones, mi partner.

No hay nada como mirar a mi madre y sin hablarle, saber que nos entendemos. No hay nada como ver a un cóndor planear. No hay nada como despertar todos los días.No hay nada como aprender de mi viejo a través del ejemplo, de la grandeza de sus gestos. No hay nada como silbar. Como cantar. No hay nada en este mundo como saber que en la familia de la Fran encontré mi segundo hogar.

No hay nada como escuchar al Tata recitar un poema. No hay como escuchar rugir al mar. No hay como sentarse a ver una puesta de sol. No hay algo como el esfuerzo de la Nona Gladys a través de la vida. No hay nada como viajar. No hay como llorar por amor. No hay nada como recordar los amigos que han quedado atrás. No hay nada como escuchar la montaña.

No hay nada como planear el futuro, y recordar el pasado con el guatón. No hay como reírse de uno mismo. No hay como un fin de semana con mi cumpa en Marbella. No hay nada como un asado en Chicureo o un primates. No hay como un clauseisi. No hay nada como amar, vivir y soñar...

No hay nada de nada que me haga más feliz que saber que tengo las fuerzas y ganas para seguir aprendiendo, amando, creciendo, viajando, haciendo familia, renaciendo. No hay nada por lo que cambiaría vivir mi vida.