martes, 26 de octubre de 2010

¿ Y quien soy yo?



El escribir sobre nosotros mismos es una tarea que pocos han logrado hacer con calidad. Las autobiografías nunca fueron un género que me apasionara, y tan solo salpicar unas palabras sobre mi persona, hacen tambalear todo afán de transformación. Siempre me he sentido un imperfecto en movimiento, y plasmar una descripción, me atemoriza.

Hace algunos años, en una entrevista que se le hizo al médico y escritor Beltran Mena, escuché una idea que me quedó dando vueltas. Luego de escribir un hermoso libro de viajes (Tubab), fue invitado a un programa a hablar de esa travesía. Ante la pregunta de su motivación a internarse en el continente negro siendo un joven recién egresado de la universidad, manifestó la idea del “uno mismo” como un líquido. Estando en tu entorno habitual, ese líquido que somos nosotros, no se puede expandir y repartir como queremos, ya que se encuentra en un recipiente que lo contiene. La rutina, las obligaciones, tu casa, barrio, ciudad e incluso tu país, te limitan en la expresión de tu ser. (Mas tarde, el concluiría que sin importar el recipiente, seguimos siendo iguales por un carácter que no es voluble. Sin hacer aun la prueba empírica, me resisto a llegar a esa conclusión.)
Es por lo mismo, que cualquier relato que pueda hacer hoy en día, será más bien una descripción del envoltorio, una foto de un momento determinado, y no un ensayo sobre el líquido; sobre la esencia.

¿Qué es el viaje? Es la instancia para que, sin ruido, pueda tragar, escupir, masticar, oler, evaporar, moldear, endurecer y derretir el líquido. Es reinventarme y conocer la oscuridad de mis rincones.

¿Quién soy yo, hoy? Una persona soñadora, tímida y alegre. Soy un hombre con la fortuna de nacer en un hogar cálido, un refugio inexpugnable. Un estudiante del montón, un deportista amateur, un egresado y licenciado en las frías leyes. Un amante de mi novia, un crítico de todo y un miedoso de lo desconocido. Un escalador y corredor desempleado, y un viajero a la fuerza. Soy mal genio, pero respetuoso, adicto a la estética y a vivir bien. Admiro al ser humano en todas sus expresiones, y veo a “dios” en cada manifestación de la naturaleza. Soy ateo contra mi voluntad y creyente por decisión propia. Y sobre todo, soy un buscador; un poco ciego, un poco sordo, un poco torpe…pero uno infatigable…



" (...) Siempre seguí la misma dirección, la difícil la que usa el salmón (...)" Andres Calamaro

1 comentario: